En el eucalipto, también, son los aceites esenciales los que se usan contra el resfriado y la tos. El cineol, que se encuentra en las hojas de eucalipto, afloja la mucosidad persistente de los bronquios y senos paranasales y promueve su evacuación. Esto hace que sea más fácil toser. Los vapores de aceite de eucalipto son muy efectivos. Para ello, se añaden al bol una o dos gotas de aceite de eucalipto y se vierte el aceite sobre un litro de agua hirviendo. Con una toalla sobre la cabeza, los vapores se inhalan hasta tres veces al día. Inhala y exhala con calma.